Este resumen de un mensaje que incluye una visión especial de ver la vida, lo dejo aqui para todo aquel que desee profundizar en las acciones de su vida.
Hay mucha sabiduria en él, aunque su traducción deje mucho que desear.
"Hay un tercer camino –
un tercer modo de experimentar sus propias emociones humanas. El primero es identificarse totalmente con su ira o con su emoción. El segundo es desplazarlo, suprimirlo y condenarlo.
El
tercer camino es permitirlo – dejarlo ser y trascenderlo.
Esto es lo que hace la conciencia. La conciencia de la que yo hablo no juzga – es un estado del ser.
Es un modo de observación que al mismo tiempo es creativo.
Muchas tradiciones espirituales les han dicho: sean conscientes de
ustedes mismos, eso es suficiente. Pero luego ustedes se preguntan:
¿cómo puede ser eso? ¿Cómo puede la mera conciencia de mí mismo producir
un cambio en el flujo de mis emociones?
Tienen que comprender que la
conciencia es algo muy poderoso. Es mucho más que un registro pasivo de
una emoción – la conciencia es una intensa fuerza creativa.
“Veo ira surgiendo en
mí; siento que atraviesa mi cuerpo”. “Mi estómago reacciona, o mi
corazón; mis pensamientos se aceleran para justificar las razones de mi
emoción”. “Mis pensamientos me dicen que yo tengo razón y no la otra
persona.”
Pueden ver que todo esto sucede a medida que se
observan, pero no lo acompañan. No se arrastran dentro de eso; no van
debajo. Eso es conciencia – esto es claridad de mente. Y de este
modo ustedes llevan a descansar a sus demonios en su vida: el miedo, la
ira, la desconfianza.
Les dan fuerza cuando se identifican con ellos, o
si luchan contra ellos juzgándolos – de cualquier manera los nutren. El
único modo de trascenderlos es elevándose sobre ellos, por decirlo así,
con su conciencia – no luchar contra ellos, sino simplemente dejarlos
ser.
¿Qué les sucede luego?
La conciencia no es algo estático; las cosas no permanecen como son.
Ustedes notaran que sin no alimentan la energía de la emoción o su
crítica sobre eso, ellos gradualmente desaparecerán. En otras palabras,
su equilibrio se fortalece; sus sentimientos básicos pasan a ser más de
paz y alegría. Porque si ya no hay una batalla en su corazón y en su
alma, la alegría sube burbujeando hacia arriba. Ven a la vida con una
mirada más apacible. Ven el movimiento de las emociones en su cuerpo y
lo observan. También observan los pensamientos que comienzan a
acelerarse a través de su cabeza, con una mirada que es suave y mansa.
Sepan que la habilidad de observar, y no ser tragados, es algo muy
fuerte y poderoso. De esto se trata todo: ¡esto es el éxito!
Ahora quiero
pedirles, en este momento, que experimenten el poder de su propia
conciencia – el ser puro – y la liberación que esto trae, lo que les
permite sentir que no hay nada en ustedes que necesiten cambiar. Sientan la tranquilidad y la claridad de esta conciencia: esto es lo que ustedes realmente son.
Quiten los falsos juicios. Dejen que las emociones fluyan y no las
repriman – ellas son parte de ustedes y algunas de ellas tienen un
mensaje. Pregúntense si tienen una emoción a la que le temen, una que
los está molestando, una con la que luchan. Tal vez una que se ha vuelto
tabú para ustedes. Permítanle ahora que aparezca en la forma de un niño
o de un animal – que se presente; que se muestre. Ese niño podría
expresarse completamente, o podría incluso portarse mal. Pase lo que
pase, se le debe permitir hacer todo lo que quiera y decirle lo que
sienten. Ustedes son la conciencia que observa y dice, “sí, quiero
verte; quiero escuchar tu historia, exprésala”. “Cuéntame tu historia,
porque es tu verdad; podría no ser la Verdad, pero quiero oír tu
historia.” Experimenten sus emociones de este modo y no las condenen.
Permitan que vengan a hablar con ustedes. Trátenlas con la suavidad de
una sabia persona anciana, y observen lo que trae ese niño o animal.
Escondida en una emoción negativa suele haber una fuerza de vida pura
que quiere emerger, y que ha sido ahogada hasta la muerte por todos los
prejuicios y juzgamientos. Dejen que el niño o el animal vengan saltando
hacia ustedes. Tal vez ahora cambie su apariencia – recíbanlo con una
apertura amorosa.
La conciencia transforma
– es el mayor instrumento para el cambio, sin embargo al mismo tiempo
no quiere cambiar nada. La conciencia dice, “sí – ¡sí a lo que es!”
Es receptiva y acepta todo lo que hay ahí, y esto cambia todo, porque
los hace libres. Ahora son libres – ya no están más a la merced de sus
emociones o de sus críticas sobre ellas. Dejándolas ser, ellas pierden
su control sobre ustedes. Por supuesto, aún pasa ocasionalmente que se
sienten superados por sus emociones y sus prejuicios – esto es ser
humano. Traten de no quedarse atascados ahí y no se castiguen por eso:
“Dios mío, no he alcanzado una conciencia clara – debo estar haciendo
algo mal.” Si hacen esto, empiezan a hacer correr otra vez la pelota del
juzgamiento. Siempre pueden regresar a la salida, a la paz, al no
luchar con ustedes mismos.
Observen lo que está ahí, y no cometan el
error. No dejarse arrastrar por eso es tener una gran fuerza.
Ese es el poder de la espiritualidad. La espiritualidad no es moralidad, es un modo de ser".
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