Anita Moorjani
La autora del libro Dying to be Me (Me Muero por ser Yo) Anita
Moorjani, es una de aquellas personas que ha experimentado el milagro de
haber muerto y haber regresado a la vida para contarla. De todos los
relatos que leí, el suyo fue uno de los más impactantes, porque trajo
consigo las varias lecciones que Dios quiere enseñarnos. Su mensaje es
muy simple, para cumplir tu propósito en la vida no tienes que ser un
héroe o cambiar al mundo, solo tienes que SER TU MISMO. Un ser original,
único, especial, sin nada que envidiarle a nadie.
Hay un plan mayor desenvolviéndose en aquella otra dimensión. Todo lo
que ocurre es una pieza que forma un gran tapiz. Anita dice que se
sintió envuelta por un amor incondicional, pero “La palabra AMOR no le
hace justicia”. Es algo gigante y sagrado en el cual hay descanso y
comprensión eterna.
Experiencias como la de Anita nos enseñan que nuestra vida esta
destinada a tener un final alegre, porque somos seres creados con amor y
a ese mismo amor hemos de regresar algún día.
Si has sufrido por el
fallecimiento de un ser querido, renueva tus fuerzas sabiendo que
existimos a los dos lados de la muerte. A este lado vivimos nuestra vida y
del otro lado continuamos viviendo aun mejor. En ese paraíso se
encuentran mi madre y mi padre y algún día me darán la bienvenida a mí
también.
Si puedes perderle el miedo al gran monstruo de tus peores
pesadillas el cual es la muerte, también derrotaras a todos tus demás
temores y entonces verdaderamente comenzarás a vivir.
Os pongo un enlace por si queréis leer algo del libro:
Parrafos extraidos:
… En este estado cercano a la muerte, yo estaba más lúcida que nunca de
todo lo que estaba pasando a mi alrededor, mucho más de lo que alguna
vez había estado en un estado físico normal. No estaba usando mis 5
sentidos biológicos ni mis órganos físicos; sin embargo, estaba
entendiendo todo más claramente. Era como si otro tipo de percepción
completamente diferente, entrara en mí y más que simplemente percibir,
era como si yo abarcara todo lo que estaba pasando; como si estuviera
lentamente fusionándome con todo.
No se sentía como que físicamente me hubiera ido a
otro lugar; era algo más, como si hubiera despertado. Quizás,
finalmente me estaba despertando de un mal sueño. ¡Mi alma finalmente
estaba conociendo su verdadera magnificencia! Y haciéndolo, se expandía
más allá de mi cuerpo y de este mundo físico. Se extendía más y más
hacia afuera hasta que abarcaba no sólo esta existencia, sino que
continuaba expandiéndose en el otro reino más allá del tiempo y el
espacio y al mismo tiempo, los incluía.
El tiempo se sentía diferente en ese reino
también, sentía todos los momentos simultáneamente. Estaba consciente
de todo lo relacionado conmigo -pasado, presente y futuro
simultáneamente.....
En ese estado de total claridad, entendía también que
no soy quien siempre pensé que era: aquí estoy, sin mi cuerpo, raza,
cultura, religión o credo… sin embargo, continúo existiendo. Entonces,
¿qué soy yo? ¿Quién soy yo? Claramente, no me siento de ningún modo
reducida o empequeñecida. Al contrario, nunca he sido tan inmensa, tan
poderosa o tan abarcante. ¡Ah, nunca antes me había sentido así! … Me
sentía eterna, como si siempre hubiera existido y siempre fuera a
existir, sin principio ni final. ¡Era plena con el conocimiento de ser
sencillamente magnífica! ¿Cómo no me había dado cuenta de esto antes?,
me pregunté.
Simplemente observé el camino de mi vida. ¿Ah,
por qué he sido tan dura conmigo misma? ¿Por qué siempre me he
maltratado tanto? ¿Por qué siempre he renunciado a mí misma? ¿Por qué
nunca me defendí y le mostré al mundo la belleza de mi propia alma?
¿Por qué he escondido siempre mi propia
inteligencia y creatividad para darle gusto a otros? ¡Me traicioné a
mí misma cada vez que decía sí cuando quería decir no! ¿Por qué me he
traicionado al buscar siempre la aprobación de los demás sólo para
poder ser yo? ¿Por qué no he seguido mi propio y hermoso corazón ni he
hablado mi propia verdad?
Comentarios
Publicar un comentario