Serafines:Angeles de Luz


Ángeles de Luz: Los Serafines


Fragmentos del libro de Elizabeth Clare Prophet  

...] Quiero recordarte que por ley cósmica los ángeles no pueden intervenir en los asuntos de los hombres a menos que nosotros les demos la autoridad de hacerlo por medio de nuestras oraciones y decretos dinámicos. Si deseas que los serafines te presten su ayuda, tienes que pedírselas. Cuando quieras esa ayuda, puedes llamar a su capitán: “¡Salve Justinio, capitán de las huestes seráficas!” Salve es una salutación de gozo que significa “saludos”. Nosotros decimos “hola” y los ángeles dicen “salve”. Primero saludamos a Justinio y sus serafines, y luego les pedimos:

“Envíame serafines para que me ayuden, para que protejan mi casa, para que protejan a mis hijos, mi comunidad, mi nación, mi planeta”. Los serafines vendrán a liberarte, a elevarte, a ayudarte a cumplir tu misión. Te ayudarán a liberarte de la depresión, de todo tipo de hábitos agobiantes, de problemas en las relaciones interpersonales y del karma.


[...] Justinio, capitán de las huestes seráficas, nos da una descripción de sus serafines. Nos dice que son seres de fuego que forman anillos concéntricos alrededor del Sol Central. En sus rondas absorben la luz y el fuego del Sol Central y vienen a la Tierra o van a otros lejanos planetas arrastrando tras de sí nubes de gloria, marchando en procesión por las sendas cósmicas.



Nos dice Justinio que los serafines tienen una gran estatura pues están acostumbrados a las dimensiones de otros mundos. Cuando están ante el altar del fuego sagrado, su apariencia es la de llamas que se elevan en forma de espiral. Justinio tiene bajo su mando a innumerables millones de serafines. Nos dice que las ilustraciones de Gustave Doré en las que éste dibuja a multitudes aparentemente infinitas de ejércitos celestiales no pueden siquiera comenzar a mostrar lo repleto que está el cosmos de seres de luz, de serafines y de querubines.


[...] Los serafines te ayudarán a lograr el éxito definitivo, es decir, te ayudarán a unirte a Dios. El Maestro Ascendido Serapis Bay nos dice “No conozco poder más atrevidamente capaz de ayudar a alguien a lograr la ascensión en la luz que los esfuerzos transmutadores hacia la pureza del Cristo Cósmico emitidos por las huestes seráficas”. Justinio nos pide que consideremos como nuestra “la siguiente meta: la meta de la ascensión; y que no la aplacéis hasta otra vida o hasta un futuro indefinido. La ascensión es hoy. Es algo que sucede todos los días.”


Cada día una parte de nosotros asciende de regreso a Dios. La Luz de nuestro ser siempre se eleva. De esta forma le devolvemos a Dios, por medio de nuestras palabras y obras y con el flujo del Espíritu Santo, la energía que Él nos ha dado. Estamos logrando así la unión con Dios a cada momento, en cada átomo de pensamiento, de corazón, de sentimiento. ¿Por qué desear esta unión? Por una sola razón: para tener el poder necesario para ayudar a los demás, para servir en la liberación de todo y de todos, para sanar este planeta, para poder hacer algo acerca de los problemas de la humanidad. Por eso buscamos a Dios.


No le buscamos por ambición o para tener poder sobre los demás. Tampoco buscamos la unión con Dios como una forma de escape o para ser considerados santos por los hombres. La cualidad se la santidad que los serafines nos traen no tiene nada que ver con intentar ser perfectos en lo humano. [...] Recibe a los serafines que se acercan con el fuego divino omniconsumidor. Entrégales tus sucios harapos, tus gastadas vestiduras. Permite que los serafines limpien el ático de la mente y el sótano del cuerpo físico. Comienza un proceso de purificación y ayuno. Si lo deseas, puedes ayunar un día bebiendo sólo agua o té . Puedes ayunar y ser una persona normal, no tienes por qué ser un ermitaño, alejado de la sociedad. Nadie tiene que saber que aspiras a lograr la santidad divina si practicas la humildad.

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