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Un libro abierto.
Sé como un libro abierto que no oculta nada y cuyas páginas son accesibles a la lectura de todos.
Cuando no tienes nada que ocultar, sabes lo que es ser completamente libre y sin trabas.
Comparte lo que guardas en el corazón y no temas al ridículo.
Mantente muy consciente de Mí y de Mi divina presencia y sé tan sencillo como un niño pequeño.
La sencillez es la marca de la vida espiritual; no hay nada complicado en ella.
Si crees que es complicada cambia tu actitud hacia ella y verás lo que sucede.
Todo lo que necesitas está en tu interior esperando revelarse.
Lo único que tienes que hacer es guardar silencio y buscar en tu interior. La respuesta está ahí.
Sé paciente, espera en Mí, ten confianza y todo te será revelado a su debido tiempo. ¡Hijo Mío!
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